Hoy, Gillette es una multinacional con más de 40.000 empleados, presente en más de 200 países y con ventas anuales que superan los diez mil millones de dólares.
Una mañana de 1895, a los cuarenta años, en el transcurso de uno de sus viajes, se dio cuenta de que exponía constantemente su rostro al peligro en el trepidante lavabo de un tren. Mientras se afeitaba frente al espejo y afilaba una y otra vez la navaja de afeitar, tuvo en un momento de genialidad: Se le ocurrió crear la primera afeitadora segura, práctica y de hojilla desechable. Las maquinillas que proporcionaban protección durante el afeitado ya se habían fabricado a mediados del siglo XIX, pero aún usaban una navaja forjada y además eran caras y requerían un afilado constante, por lo que una cuchilla de afeitar que se desechara al perder su filo se convertiría en una necesidad a la vez de ser un negocio muy lucrativo.
Para vender su producto, Gillette fundó la American Safety Razor Company el 28 de septiembre de 1901. Estas antiguas maquinillas de afeitar usaron una sola cuchilla desechable. Durante este año, la Gillete Company solo vendió 51 maquinillas y 168 hojas de afeitar. Pese a este bajo número de ingresos, gracias a la perseverancia de Gillette y al talento industrial de un ingeniero Técnico de Massachussets, llamado William Nickerton, consiguieron salvar el negocio gracias a la notable mejora en el diseño y a la forma de promoción de su invento, Nickerton había dado con el material y la técnica adecuada para lograr el producto. El 2 de diciembre de 1901 se le otorgó a Gillette la patente y finalmente en 1903 el nuevo producto, tal cual lo había soñado, salió a la venta.
King Gillette, se hizo multimillonario!
