Este proyecto ecológico de captación de agua pluvial con capacidad para almacenar 20 millones de litros de agua, se diseñó dentro del cráter del cerro Kukundicata.
En 2011, el municipio de Cherán, en Michoacán, decidió adoptar el autogobierno y organizar su propio cuerpo de Policía para combatir a los talamontes que explotaban la zona. Desde entonces, uno de sus objetivos ha sido la defensa y conservación del medio ambiente.
Como parte de ese gran proyecto ecológico, construyeron un gigantesco captador de agua de lluvia en el cerro Kukundicata. La lucha es y fue, para defender el territorio, el monte, los minerales, el agua, el aire, y la tierra; como elemento y los seres humanos.
El proyecto de eco-sustentabilidad más grande en Cherán, es la olla recolectora de agua de lluvia.
El sistema es sustentable y usa energía solar para su funcionamiento. 15 comunidades se han beneficiados con esta obra y cuentan con agua potable todos los días. Este megaproyecto demuestra que no son necesarios cuantiosos recursos, ni complejas construcciones para resolver problemas apremiantes.
Comenzó a construirse en 2015 y se terminó en 2016. Ha traído beneficios para 16 mil 207 habitantes de Cherán, como el tener una reserva de agua de cuatro meses en caso de alguna emergencia, y el abastecimiento de la planta de tratamiento que ha reducido hasta en un 87 por ciento el costo de un garrafón.
Es un proyecto eco-sustentable, comunal, económico, rápido de construir y sin desvío fondos, con un diseño sencillo y funcional. El costo de un garrafón de 20 litros de agua de la purificadora de Cherán es de 13 pesos, mientras que las empresas la venden hasta en 36 pesos, 87 por ciento más.
Los habitantes de Cherán nunca pensaron que este captador de agua de lluvia que construyeron en el cerro de Kukundicata, sería considerado el más grande de Latinoamérica.
Comments