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ESTO DEBES SABER ANTES DE VISITAR UN CENOTE EN LA PENÍNSULA DE YUCATÁN

Descubre los diferentes tipos de cenotes y lo que no debes hacer en ellos


Hasta hace unos 11 mil años, la península de Yucatán se encontraba sumergida en el mar. Cuando quedó al descubierto, las constantes lluvias fueron filtrándose en el piso de piedra caliza hasta crear ríos subterráneos que dieron forma de “queso gruyere” a la región. De esta manera surgieron los cenotes, manantiales alimentados por los ríos que corren por debajo de la superficie. Los cenotes más jóvenes están por completo cubiertos por roca, mientras los más antiguos tienen el techo colapsado.


•EN NÚMEROS


1,014 son cenotes de cielo abierto, 734 están en cuevas y 342 son semiabiertos.

2,090 cenotes hay en el estado de Yucatán.


•EL NOMBRE


La palabra “cenote” es una versión castellanizada del término maya ts’onot, que significa “agujero en el suelo”.


•NO LO HAGAS


Está prohibido comer, beber y fumar en el interior de un cenote. Por seguridad, no puedes correr o saltar y, para cuidar al ecosistema, tampoco se admite el uso de bloqueadores o jabones no biodegradables. Estos comportamientos son considerados infracciones leves; si no los respetas, las multas parten desde 10 días de salario mínimo (mil 26 pesos).


•COSMOGONÍA MAYA


Para los mayas, los cenotes representaban un portal al mundo de los muertos, conocido como Xibalbá. Ese hogar de dioses y antepasados se encontraba bajo la superficie terrestre y el agua, se explica en El inframundo maya y los sistemas kársticos. También se creía que los cenotes eran habitados y protegidos por aluxes, seres fantásticos de carácter travieso. Se cuenta que es necesario pedirles permiso antes de entrar a estas formaciones.


•EL CENOTE DE LOS SACRIFICIOS


Se cree que, para la cultura maya, algunos cenotes fueron sitio de sacrificios. Uno de los mayores ejemplos es el Cenote Sagrado de Chichén Itzá, una formación a cielo abierto con 13 metros de profundidad y paredes que alcanzan 22 metros por encima del agua. Desde principios del siglo pasado, en su interior se han encontrado restos de 42 personas, entre mujeres, hombres y niños. Según el texto “El inframundo maya y los sistemas kársticos” de la arqueóloga Carmen Rojas, existían tres tipos de sacrificios: propiciatorios (para pedir algo a las deidades), de subyugación (hacia prisioneros de guerra) y de los jugadores de pelota.


•SE PUEDE BUCEAR


Existen dos variantes del buceo en cenotes: en cueva y caverna. El primero es una de las actividades de aventura más extremas y peligrosas, pues implica adentrarse por túneles y pasadizos que se vuelven cada vez más oscuros. En cambio, un buzo de caverna nunca se aleja por completo de la luz solar, permaneciendo en sitios relativamente accesibles. En Yucatán, la touroperadora Explorer Divers organiza recorridos para hacer este tipo de inmersiones. No todos los viajeros pueden acceder a ellas, pues es necesario obtener una certificación de buceo en aguas abiertas en nivel avanzado, otorgado por la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI).


•DUERME CERCA DE UN CENOTE


En Yucatán, muchas haciendas henequeneras que tuvieron su gran esplendor durante el siglo XIX han abierto sus puertas como hoteles de lujo. Algunas de ellas ofrecen un atractivo extra: cenotes privados. Hacienda Temozón te da la oportunidad de disfrutar un masaje frente a un espejo de agua. En el cenote de Sotuta de Peón no solo se permite nadar, sino también celebrar bodas. Hacienda Chichi de los Lagos es otro ejemplo, y la propiedad entera puede rentarse para una familia.




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